miércoles, 7 de mayo de 2014

La vida después de un ‘nock nock’

La vida después de un ‘nock nock’

Cuando se es joven es más fácil que la vida cambie drásticamente, ese otro individuo acelera el ritmo y hace de esa persona otra, al permitir que sea huésped en su subsistencia.  


En la sociedad existen muchos tabús, antiguamente el triple de lo que ahora y muchas acciones eran consideradas pecado; el ser humano está en constante cambio tratando de crecer y de seguir un camino para poder formar su vida. Para la sociedad es fácil criticar, pero cuando se está en el lugar contrario, es decir, el de ser criticado y juzgado es triste y nada fácil. Se intenta tomar las mejores decisiones porque aunque seas aún muy pequeño sigues siendo individuo, y como individuo debes tomar decisiones o al menos deben prepararte para hacerte cargo de ti mismo.

Actualmente es común ver mujeres jóvenes embarazadas, llevando una vida con dos roles muy importantes, el de estudiante y el de mamá, pero no es tan común encontrar mujeres de tan corta edad teniendo la valentía y la fuerza para seguir adelante con la vida, suele decirse que hoy día son bastantes mujeres jóvenes quienes se encuentran guiando la vida de otro ser, pero realmente son más mujeres quienes deciden no seguir con la vida de ese otro individuo.

En ninguna posición cabe el ser juzgadas y rechazadas por la sociedad, porque son tantas vidas dentro de la tierra, son tantas formas de pensar, de sentir, de vivir que es algo ilógico el hecho de criticar y juzgar una vida tan diferente de la propia, porque ¿qué se sabe de esa otra persona?, nada o muy poco, así esa persona sea una amiga, una hermana, una cuñada, de igual forma no se está dentro de ella por muy cerca que se esté como para saber qué es lo que quiere y siente que debe hacer.

Esa crítica y a veces rechazo, no solo se da de los amigos y gente ajena a la vida de la futura madre, sino de los mismos padres, muchos nunca logran aceptar esa situación y optan por ‘eliminar’ de sus vidas a sus hijas y a sus nietas(os). Otros por el contrario por más duro y difícil que sea ver a sus “pequeñas” con otra en sus manos y en sus vidas, siguen apoyándolas tanto moral como económicamente.

Cuando se habla con estas madres jóvenes, se siente el amor, la felicidad y la satisfacción de que fue la mejor opción y lo mejor que ha pasado por sus vidas, que todo lo que han dejado atrás se recompensa con la mirada y la sonrisa de ese ser que en las mañanas o durante el día brindan. “Como joven siento que mi vida ha cambiado para  bien a pesar de los diferentes obstáculos que se han de presentar  por alternar el rol de madre con el estudio, pero haber dejado de tener una vida común y corriente de una joven de 20 años se ha compensado con lo que se siente tener esa compañía, nada se compara con ver una hermosa sonrisa en su rostro y sentir una caricia” palabras de Carolina Alfonso, quien logra adaptar su tiempo a todos sus deberes como madre y como estudiante.




                                 Foto archivo de Carolina Alfonso 


La vida guarda muchas situaciones paradójicas, raras, misteriosas y cambiantes del mundo, pues no todas las parejas tenían en mente algún día ser padres, decían con voces seguras y dominantes el no querer traer hijos a sus vidas, pero alguien en la puerta hace nock nock y pide entrar porque quiere compartir y tener más centímetros en este mundo. Así sucedió con Daniela y Julián una pareja joven que jamás pensaron que un tercero llegara a tocar a pedir posada, pero confundidos al inicio, decidieron seguir adelante, Julián comenta que ahora piensa en equipo, es decir, piensa por tres ya no  piensa solo por sí mismo sino por su pareja y su hija.  “Me siento con la necesidad de adquirir más responsabilidad y devengar en algún trabajo, entonces mis objetivos han cambiado” como mujer ha transformado Daniela su forma de pensar hacia la vida.





                                 Tomada por Shirley Burgos / febrero 14 de 2014


La vida es absolutamente sorpresiva, constantemente nos está sacudiendo de buena forma o de mala cuando se es testarudo, pero definitivamente esta es la mejor forma, aunque al inicio no sea tan claro, en el camino se va dando todo para disfrutar la vida junto con la de ese ser. Además se va adquiriendo valor y comprensión, “es una experiencia enriquecedora, aprendes todos los días cosas nuevas y aprendes por fin a valorar las cosas que te decían tus padres” recuerda y comparte Paula Rodríguez madre de Isabel Sofía Ávila Rodríguez.


                                                   Foto Archivo de Paula Rodríguez 


Sin embargo, también está esa contra parte que dice que lo mejor es no traer a este mundo a alguien que no se va querer y que es difícil en estas circunstancias, ya que no se tiene madurez, ni cómo solventar todo lo que acarrea un bebé, de algún modo se truncan los sueños y las metas para la vida, esto lo comparte una estudiante de Antropología de la Universidad Externado, dice que cómo asumir una vida si aún no se ha asumido la de sí mismo. Otro punto que toca es, que en el mundo en el que los seres se encuentran, un mundo lleno de guerras, violencia que el mismo ser humano ha propiciado y que paradójicamente es poco servible para la misma humanidad.

Entonces el ser madre tan joven, no es fácil pero tampoco es imposible y el camino a medida que va pasando se va disfrutando y se va creando mejores cimientos para la construcción de una familia y de unos sueños que una vez se pospusieron, pero que nunca se cancelaron.




Evelyn Salcedo Maldonado
Estudiante de comunicación social
Universidad de Boyacá
esalcedo@uniboyaca.edu.co

Mayo 07 de 2014

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